Crisis del matrimonio religioso se profundiza

Crisis del matrimonio religioso se profundiza

  • Crisis del matrimonio religioso se profundiza en Ciudad Victoria

Gabriela Sustaita

Aunque la disminución de las bodas religiosas no es un fenómeno reciente, sí representa una preocupación para la Iglesia católica. De acuerdo con datos de la Cancillería de la Diócesis de Victoria, en el último año se registró una caída del 25 por ciento, al pasar de 648 enlaces en 2023 a solo 484 en 2024.
Óscar Efraín Tamez Villarreal, obispo de la diócesis, señaló que esta tendencia se acentuó durante la pandemia y, aunque hubo una leve recuperación en los años posteriores, las cifras no han vuelto a los niveles previos al 2020.Gran parte de esta dinámica se relaciona con el hecho de que hoy en día las familias tienen menos hijos y muchas parejas optan por vivir en unión libre o casarse únicamente por lo civil. Sin embargo, el obispo advierte que esta situación no solo refleja una crisis en el matrimonio, sino una pérdida más profunda del sentido de vocación y compromiso, fenómeno que también impacta a la vida consagrada y al sacerdocio.

Otro aspecto que ha observado la Iglesia es que el matrimonio se vive de manera distinta según el entorno. Mientras en las áreas urbanas las parejas postergan el compromiso hasta después de los 25 años, en las zonas rurales los jóvenes suelen casarse entre los 18 y los 20.

Esta diferencia se atribuye a factores como el acceso a la educación, las oportunidades laborales y las dinámicas sociales y culturales propias de cada región. Si bien en términos absolutos las zonas urbanas registran más bodas debido a su densidad poblacional y al número de parroquias, proporcionalmente se celebran más matrimonios religiosos en las comunidades rurales.

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