
SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Se acaban a la “gallina de los huevos de oro”
La reforma laboral está en puerta, y sin lugar a dudas que es necesaria su actualización para beneficio de la base trabajadora, sin embargo, también es cierto que tendrá que tener puntos de equilibrio para no acabar con la “gallina de los huevos de oro”, que son los empresarios, pequeños y medianos, porque finalmente son estos quienes generan los empleos que requiere el país.
Desde la llegada del llamado gobierno de la cuarta transformación, los trabajadores mexicanos mejoraron en sus percepciones salariales, bueno, por lo menos aquellos que están sujetos a un salario base, o mínimo, de tal suerte que nunca habían recibido aumentos tan sustanciosos, como ha sido con este gobierno, y eso se tiene que reconocer.
Pero también se tiene que decir, que el sector empresarial ha caminado de la mano con la federación para concretar esos incrementos hasta llegar al salario mínimo que ahora se tiene, que tal vez, no es el mejor, ni lo que desea el trabajador común, pero también es cierto que es el más alto de la historia laboral del país.
¿Qué el trabajador requiere de mayores beneficios?, claro que sí, ¿Qué debería ganar más todavía y descansar también?, claro, por ello la reforma laboral todavía no termina, vaya, ni siquiera empieza, por ello ya se puso sobre la mesa de los legisladores federales una de las posibles modificaciones que es la reducción de 48, a 40 horas laborales a la semana, como sucede con la burocracia en sus tres órdenes de gobierno.
¿Qué hay resistencia del sector patronal?, obvio que sí, pero no porque estén en contra de mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores, sino porque tendrá un impacto en sus nóminas, y eso es un golpe a sus ingresos, a sus utilidades, por ello, por lo menos los empresarios del sur de Tamaulipas, piden al gobierno federal compartir el impacto de esta determinación.
En pocas palabras, qué sí le entran a la reducción de la jornada laboral, siempre y cuando, para amortiguar el costo, porque tendrán que contratar más personal para cubrir las horas que dejen de laborar los empleados habituales y que les otorguen beneficios fiscales.
Y sin que suene a defensa, porque no es el punto, pues tienen razón, porque los negocios o empresas que laboran 24/7, necesitarían cubrir un turno completo para la cobertura total, lo que significa un pago extra de toda una jornada.
En conclusión, siempre será bienvenida toda reforma que lleve a mejorar la forma de vida de todos los trabajadores, pero, cuidando que su impacto no vaya a traer consigo cierre de empresas o pequeños negocios y con ello desempleo, porque entonces de poco o nada servirá tener tabuladores de suelos geniales, si no hay quien los pague.