
SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Para el ITCA; hay niveles
No somos iguales, ni somos los mismos, es una frase heredada a los morenistas por su líder moral Andrés Manuel López Obrador, y todo hace indicar que en Tamaulipas fue adoptada a pie juntillas por Héctor Romero Lecanda, titular del Instituto para la Cultura y las Artes.
Dicen que el oriundo de Nuevo Laredo, no ve para los lados, no entiende razones, y ejerce el cargo a plenitud y sobre lo que venga y quien sea, de tal manera que, pese a que el ejecutivo estatal, le concedió regresar al Estado, no es bien visto por una buena parte del gabinete, vaya, ni siquiera por la mayoría de sus colaboradores que no comulgan o coinciden con sus decisiones, y lo califican como “fifí”.
La soberbia, o lo que sea, ha provocado que Héctor Romero choque con cualquier cantidad de funcionarios del Estado, sobre todo del área de Educación, pese a que se podría pensar que habría afinidad por eso de las letras.
¿Porque los desencuentros? pues sencillo, porque Don Héctor se ha encerrado, no solo en su oficina, sino también en el poder que representa, para cerrarle la puerta a cualquier acto que pretendan hacer directores o personal docente de las escuelas públicas de la capital, en los edificios que están bajo su custodia, salvo, claro, que puedan pagar una renta.
Y se entiende que el uso de los edificios con que cuenta el ITCA, requieren de mantenimiento, parte de esos recursos deben salir de su arrendamiento, por ello su uso debe tener un costo, pero, he aquí, el descontento, porque se presume, que cuando el solicitante del inmueble es parte del equipo, pues aquí no aplican las reglas a pie juntillas, que en esos casos las “rentas” deberían ser simbólicas.
Pero pues no es así, por ello, el señor Romero Lecanda dejó claro al sector educativo, que utilizar el Centro Cultura Tamaulipas, cuesta 32 mil 500 pesos por evento, ha, pero si quieren el Centro Cívico, cuesta 70 mil pesos, este es más caro porque le caben más almas.
El “pataleo” no lo acepta y mucho menos el “regateo”, la justificación de Don Héctor Romero es que las graduaciones y ceremonias de fin de curso no son actos culturales, total que los padres de familia, paguen.
En fin, que les quede claro a los morenistas tamaulipecos, que ser los mismos, por pertenecer al mismo partido y proyecto de gobierno, no es suficiente para obtener descuentos o condonar la renta de un inmueble del ITCA.
Y una cosa es ser los mismos, y otra es ser iguales, ahora si que se podría decir, que, para el ITCA, hay niveles.