SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade

Salud; talón de Aquiles

En el gobierno federal sigue saliendo “pus” por llamarle de alguna manera al saqueo de recursos y desaseo administrativo, pero queda claro que eso, que desafortunadamente no es nuevo, ni privativo de este gobierno, sucede porque la presidenta Claudia Sheinbaum no está dispuesta a dejar ser, dejar pasar, por lo menos esa es la lectura porque de otra manera todo eso quedaría en lo “oscurito”, como en el pasado.

Hace apenas unas semanas dieron a conocer el caso Birmex, con la compra consolidada de medicamentos con un sobreprecio por 13 mil millones de pesos.

También tocaron el tema del fracaso del mega almacén de donde presuntamente distribuirían medicamentos a todas las clínicas, hospitales y centros de salud del país, pero fracasó, con el costo económico que significa sostener una estructura que sirve para nada.

Y claro que sigue saliendo más “mugrero” en el sector salud, porque recién detectaron una red de corrupción en compra de medicamentos.

De acuerdo con las declaraciones de la secretaria Raquel Buenrostro, encontraron que algunos proveedores presentaron documentación falsa para ganar licitaciones públicas; no tenían razón social de farmacéuticas y comercializan combustibles.

Pero también, dijo, que además de la inhabilitación de la farmacéutica, se investiga a otra empresa y se turnará el caso a la Fiscalía General de la República por falsificar permisos de Cofepris.

En pocas palabras, el Sector Salud sigue siendo presa de una red de corrupción, que al parecer ha operado desde siempre con la complacencia de las autoridades en su momento, al menos eso es lo que dice el Gobierno Federal.

Pero hoy, todo hace indicar que las reglas del juego cambiaron, que ya no habrá tolerancia a los actos corruptos, que dejará de haber nuevos ricos, como en cada sexenio.

Aunque igual, y espero que esté equivocada, puede ser que más que un cambio de reglas, sea un cambio de operadores, y eso, la verdad, sería muy doloroso para quienes aún confían en un cambio, en esa transformación prometida.

Esperemos que el gobierno en turno no comulgue con el dicho aquel que reza; el prometer no empobrece.

Noticias relacionadas