SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
¿Dónde quedó, el NO robar?
La corrupción es el peor de los males de México, es como un cáncer que ha invadido todas las esferas de gobierno, y aunque se tiene que aceptar que no es privativo de esta administración federal, sí se puede cuestionar a la cuarta transformación los resultados de acabar con ello, porque fue la bandera de Andrés Manuel López Obrador para llegar al poder, pero están muy lejos de cumplir con ese compromiso.
Y el punto es que, de acuerdo con los resultados de la misma Auditoria Superior de la Federación a la revisión de las cuentas públicas, y los casos expuestos por el mismo gobierno en turno, como el de Birmex, con un posible quebranto al erario por 13 mil millones de pesos en la compra consolidada de medicamentos, el cáncer sigue presente en el gobierno.
Pero ahora la voluntad política de Claudia Sheinbaum parece ser que alcanzará también al INFONAVIT, en donde de acuerdo con la información pública, se alistan más de tres mil denuncias por fraude.
Se asegura que hubo desfalco por juicios masivos que afectaron a 373 mil derechohabientes; igual en inmobiliarias por ventas sucesivas de vivienda; también contra el ahorro de derechohabientes; fraudes cometidos por `coyotes´ usando la marca del Infonavit, así como corrupción de funcionarios, y también se usurpaba la identidad de los derechohabientes, además de fraudes contra las garantías hipotecarias que dejaban los constructores.
Y trasciende que anda “volando” una indemnización de 5 mil millones de pesos a una empresa en 2016, durante el gobierno panista.
Queda claro que la presidenta Claudia Sheinbaum no está dispuesta a solapar más saqueos y enriquecimientos inexplicables, y por lo que parece, en el tema del INFONAVIT, alcanzará a algunos funcionarios de esa dependencia en los Estados, y obvio a constructoras involucradas en esos desvíos de recursos, presumiéndose también que ex funcionarios estatales participaron en estos “movimientos”.
La verdad es que los mexicanos, y claro los tamaulipecos, ya están hartos de tanta corrupción y complicidad de las dependencias y órganos responsables de castigar este tipo de acciones, esperemos que finalmente el gobierno de la cuarta transformación cumpla el compromiso de acabar con este “cáncer” que mata poco a poco al país.
No robar, no mentir y no traicionar, tienen que ir más allá de un slogan de campaña, tendría que convertirse en un apostolado de los gobiernos.