Más de la mitad de las tortugas en el mundo ingirieron plástico
Hallazgos señalan que 52 por ciento de las tortugas marinas de todo el mundo han ingerido desechos plásticos debido a que los confunden con medusas, algas u otras especies que son parte de su dieta, informó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).
En su portal en Internet, detalló que desde la década de 1940 el plástico se ha producido en masa; sin embargo, su impacto actualmente es devastador entre todas las especies de quelonios porque un solo objeto de este material puede ser mortal, ya que no saben lo que es y tampoco tienen forma de saberlo.
En el caso de que sobrevivan, este consumo puede ocasionar que floten de forma inusual, lo que genera que se detenga su crecimiento y las tasas de su reproducción son más lentas.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Tokio, han consumido plástico en cantidades alarmantes la tortuga caguama (que es carnívora), así como la tortuga verde (que principalmente se alimenta de plantas).
Resaltó que la primera especie ha consumido plástico el 17 por ciento de las veces que lo han encontrado, probablemente confundiéndolo con medusas, mientras que esta cifra se disparó un 62 por ciento en las tortugas verdes, posiblemente en la búsqueda de algas.
Otro de los peligros que las amenaza es quedarse atrapadas en redes de pesca, lo que supone que se puedan ahogar o no puedan escapar de sus depredadores.
“La acumulación de plástico en las principales playas de anidación hace que las tortugas bebés estén más expuestas a enredarse entre los plásticos, sin permitir que lleguen hasta el mar”, alertó WWF.
Explicó que en los océanos existen siete especies de tortugas marinas, las cuales tienen distintas preferencias dietéticas.
En el caso de la caguama sus crías son omnívoras -comen tanto animales como plantas- pero los adultos son carnívoros, quienes principalmente prefieren cangrejos y caracoles.
La tortuga verde marina prefiere nadar alrededor de los arrecifes de coral, raspando el pasto y las algas; las crías, sin embargo, son omnívoras. Mientras que en la dieta de la especie carey están las esponjas de mar; la laúd se alimenta de invertebrados como medusas y ascidias.
La tortuga plana come de todo (incluyendo algas marinas, camarones y cangrejos); la lora prefiere la carne, preferentemente de cangrejo; así como la golfina se alimenta de medusas, pepinos de mar, peces y una amplia variedad de plantas y animales.