SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
“Sí no trabaja, no come”
“Reo que no trabaje, no come”, fue la frase de la diputada local del Estado de México, que utilizó como justificante de la iniciativa de Ley que propone que las personas privadas de su libertad trabajen durante su cautiverio para que sustenten a sus familias y aporten para su alimentación en el centro penitenciario.
La legisladora panista, aseguró que la iniciativa tiene como propósito mantener ocupados a los reos, y con ello evitar que extorsionen por teléfono, o aprendan habilidades delictivas, y a la vez, que dejen de ser una carga para el erario, que a final de cuentas a todos los mantienen porque es dinero de los contribuyentes.
El tener un trabajo y capacitarse en determinadas habilidades, dará a los detenidos la oportunidad de incorporarse rápidamente a la actividad laboral una vez que estén fuera del reclusorio, y con ello evitar que regresen a las actividades delictivas por falta de preparación en un oficio o actividad.
La propuesta, incluye, que del salario que perciba, el 70% sea para él y sus dependientes, el 20% para la reparación del daño, esto en caso de que no lo haya pagado, y el restante 10% para su manutención en el reclusorio.
Claro que la propuesta es buena, partiendo que dejarían de representar una carga presupuestal para el Estado, sin embargo, tendrían que diseñar un mecanismo que sea viable, y este iría desde la prestación de sus servicios, hasta su forma de vigilancia y traslado, pero sobre todo tendrían que garantizar su seguridad, dadas las circunstancias por las que atraviesa el país en ese renglón.
Sin lugar a dudas que es una propuesta que valdría la pena ser analizada y en caso de encontrarla viable, llevarla al congreso de la unión para instituirla como ley y bajarla al resto de las entidades del país, adecuándola cada una de ellos a sus condiciones y circunstancias.
En Tamaulipas, quizás sea muy difícil abrirles las puertas a los internos de los diversos centros penitenciarios dados los tiempos que vivimos, pero podrían llevarse algunas fuentes de trabajo hasta los mismos reclusorios, así como la educación y preparación técnica.
Los tiempos son difíciles, pero no hay nada que la voluntad política no pueda realizar.
Si no trabajas, no comes, es una frase muy dura, sin embargo, es una realidad del día a día en las calles…
