SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
“Makito” no tiene llenadera
“Los políticos no tienen llenadera”, es una expresión y percepción que los mexicanos difícilmente dejaran de usar o de tener, y menos cuando hay casos como el de Carlos Peña Ortiz, “Makito”, alcalde de Reynosa que pretende imponer impuestos al comercio organizado para incrementar la recaudación municipal. La “estrategia” de “Makito”, lleva a recordar aquella polémica película titulada “La Ley de Herodes”.
Para su fortuna en esa ciudad ya no hay porquerizas, aunque postes si sobran. En fin, el punto es que el “hijito” de la senadora Maki Ortiz pretende cobrar cantidades que van desde los 16 mil, hasta más de 200 mil pesos anuales por la inscripción o refrendo al Padrón Fiscal Municipal de Unidades Económicas. Obvio que la COPARMEX-Reynosa elevó de inmediato su protesta por este impuesto que sin lugar a dudas afectará a sus agremiados, y claro que también vendrá a frenar la apertura de más negocios.
El llamado de la COPÁRMEX es para los legisladores locales de todos los colores, claro, para que frenen la “puntada” de “Makito”, que obvio es descabellada, y finalmente quieran reconocer o no, terminará afectando al partido en el poder, porque si bien es cierto el origen político de “Makito” es panista, también es cierto que hoy representa a Morena en esa comunidad.
Sin lugar a dudas que el alcalde Carlos Víctor, o como se llame, ya ve que tienen varias actas de nacimiento, tendrá que reflexionar sobre esta “intentona” de hacerse de más recursos, salvo que la intención sea otra, pues entonces sí es entendible, y habrá que esperar el resultado de ella. Lo qué si queda claro, es que “Makito” de alguna manera va por la libre y con muchas probabilidades de logar su propósito, partiendo que los legisladores morenistas están más entretenidos en acabar con lo que queda del cabecismo, que legislar para mejorar la vida y futuro de los tamaulipecos.
El mejor de los ejemplos de la apatía de los diputados locales morenistas, es el caso del alcalde de Victoria, Eduardo “Lalo” Gattás, quien con la mano en la cintura ha hecho y deshecho, aun pasando sobre los mandatos de ley, y ninguno de los legisladores hizo algo al respecto. De la secretaría General de Gobierno, mejor ni hablamos, porque, aunque debería estar en todos lados, y al pendiente de todo, parece que tiene asuntos o cosas más interesantes para atender. Esperemos que el morenismo entienda que las alternancias no han parado en Tamaulipas en los últimos años, y también recuerden porque perdieron los cabecistas.
LA ULTIMA:
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), en coordinación con el Colegio de Ingenieros Agrónomos del Norte de Tamaulipas, presentó un proyecto para analizar la situación del campo tamaulipeco, implementar estrategias de desarrollo, servicios educativos y transferencia de tecnología en benefició de las comunidades rurales.
La iniciativa, denominada Programa Universitario de Apoyo Integral al Campó (PUAIC), se presentó en el marco de la reunión que presidió el rector Dámaso Anaya Alvarado con integrantes del colegio de agro nomos en la Unidad Académica Multidisciplinaria Río Bravo.
En su oportunidad, Da masó Anaya destacó el interés de la UAT por generar proyectos que aporten al desarrollo del agro tamaulipeco, así como al bienestar y a la igualdad de oportunidades de la población en las comunidades rurales. En el proyectó se detalló el propósito de apoyar desde las dependencias académicas de la UAT ubicadas en Reynosa, Río Bravo, Matamoros y Valle Hermoso, mediante la atención en aspectos relacionados con el proceso de producción agropecuaria y la salud de los habitantes de las comunidades rurales.
También se busca apoyar la educación de las mujeres involucradas en proyectos productivos y a los jóvenes con posibilidad de cursar estudios universitarios. La iniciativa contempla la realización de un foro técnico para analizar la viabilidad del modelo agrícola que se desarrolla en la región norte de Tamaulipas, con el objetivo de generar un plan de gran visión que plasme los escenarios de corto, mediano y largo plazo que más convengan para el futuro de la agricultura regional.