SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez
¿Quien los representa?
Hoy que el gobierno de México continúa con su plan de transformación y está reformando las leyes que considera necesitan ser ajustadas a la realidad que se vive en el país, sería conveniente en cuanto a la reforma electoral que prevén se realice el próximo año, participen de manera activa y real los partidos políticos e incluso que la misma sociedad civil participe para lograr tener una ley confiable y sin objeción alguna.
Queda claro que ahora mismo hay inconformidad por parte de algunos sectores de la sociedad que no se sienten representados en los puestos de elección popular, y el mejor de los ejemplos en este momento, es el reclamo hecho por la comunidad LGBTIQ+ del sur de Tamaulipas, que se quejan de no formar parte de los cabildos.
Y la verdad sea dicha, de alguna manera tienen razón porque por lo menos de manera abierta ningún regidor o sindico, no solo del sur del Estado, sino de ningún municipio se ha manifestado miembro de la comunidad lésbico-gay.
Pero igual sucede en el Congreso de Tamaulipas, no tienen representantes, y quizás haya más sectores de la sociedad que no tengan un espacio en ninguno de estos poderes, pese a que la ley en este momento ordene la inclusión de personas en esa condición.
Es entonces que la famosa reforma que se proponga, deber dejar claro el grado de obligatoriedad de proponer candidatos a la hora de contender por un puesto de elección popular, como es el caso de la curul que disponen para los migrantes en los congresos locales.
Y resulta, que como no hay mecanismos de control que garanticen que la candidatura por ese espacio la ocupe un verdadero representante, pues la utilizan los partidos políticos como un espacio más, ahí está como ejemplo Juan Carlos Zertuche, diputado local por Movimiento Ciudadano que dice representar a los migrantes cuando no tiene la menor idea de los viacrucis que vive un “paisano” para migrar a los Estados Unidos.
Vaya se puede presumir que sus vistas al valle de Texas, son al Mall. En fin, los reclamos de faltas de representación en las posiciones de elección popular son constantes y quizás valdría la pena reflexionar en ese punto por razones. Primero; los diversos grupos que demandan participación y presencia en esos puestos, tendrían que garantizar su militancia en los partidos políticos para que estos los postulen.
Y segundo; hay una necesidad real de estar dentro de esas estructuras cuando la presunción y hasta obligación de diputados, síndicos y regidores, es velar por los intereses del ciudadano común, sin importar credo, color o partido, incluido claro, las preferencias sociales. Pero como la puerta se abrió a la participación de los grupos, pues ahora toca organizarlos, normarlos e incluirlos.