SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
¡Advertencia cumplida!
Dicen que sobre aviso no hay engaño, igual, que quien avisa, no traiciona, y estas consejas populares debieron ser escuchadas por el gobierno en el caso de los productores de granos de Tamaulipas, porque tras el retiro de los tradicionales programas de apoyo, y el incumplimiento al último acuerdo sostenido, en donde les iban a entregar recursos económicos a unos y en especie a otros, finalmente anunciaron que dejarán de sembrar en el ciclo otoño-invierno.
Los agricultores del norte del Estado, y los del Valle de San Fernando han tomado la determinación de no sembrar sorgo, y esto equivale a que 276 mil hectáreas quedarán inactivas durante ese ciclo, por lo cual también dejarán de producir alrededor de 500 mil toneladas de este grano.
Los argumentos de los agricultores de esa región de Tamaulipas para dejar de sembrar, es sin lugar a dudas aceptable, porque refieren que no tienen recursos económicos para liquidar las deudas contraídas y que no pudieron liquidar con la producción pasada.
Además de que no tienen dinero para cubrir los gastos de producción del actual ciclo agrícola. Obvio que también de alguna manera es un acto con un dejo de rebeldía por el incumplimiento al acuerdo de entregarles en efectivo los apoyos de los 270 millones de pesos del Estado, como se había acordado.
En pocas palabras, está sucediendo lo que se presumía que podría pasar, que el campo en Tamaulipas deje de producir por la baja rentabilidad y la falta de apoyos que incentiven la actividad.
Y con ello, no solamente los agricultores dejaran de ser económicamente activos, sino que el sistema alimentario de México resentirá también la baja en la producción, porque 150, o 200 mil hectáreas que dejaran de producir, no es poca cosa. Obvio que, con esto, la entidad se alejará aún más de ser el llamado granero de México.
Ahora sí que como dicen: “Que escuche el que quiera escuchar”, o igual, en el pecado, irá la penitencia.