SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade.
Primero maestra.
“Sí no hay denuncia, no hay delito”, fue el argumento del vocero de la Secretaría de Seguridad Pública, para justificar o defender las estadísticas oficiales en la comisión del delito de robo, y esta frase viene a la memoria al escuchar a la virtual diputada local por el distrito 14, Blanca Anzaldúa Nájera, al asegurar que no podrá legislar para evitar que directores de planteles educativos obliguen a la compra de uniformes escolares en determinados negocios, pero como solución al problema aconseja denuncien los casos.
La casi diputada, maestra de profesión y oficio, aunque tienen muchos años de no estar frente a grupo, quizás olvida una cosa, y esta es que, lo que no está prohibido, no es delito.
Partiendo de ello, la pregunta es ¿quién será el encargado de castigar al director que toda la vida ha pedido que se adquieran los uniformes en negocios con los cuales tiene “convenio”?
Ella, sabe, y bien que sabe, porque primero fue maestra, y luego funcionaria, desde los tiempos del priísmo, y hasta sindicalista, que los directores de los planteles se constituyen en amos y señores de sus escuelas.
De tal suerte que no hay autoridad que les pueda sancionar, primero; por el poder que representan y el apoyo que logran de la base y de los mismos padres de familia que tienen poder económico, y segundo; porque en este caso, no está reglamentado o prohibido que directivos o maestros “metan las manos” en el tema de uniformes y útiles escolares.
Vaya, la complacencia de la autoridad de educación y de los mismos legisladores locales ha sido tal, que no han querido legislar o elaborar una ley que evite no solamente el contubernio de empresarios del ramo escolar, sino también, establecer mecanismos que permitan determinar las famosas cuotas escolares para evitar abusos.
Porque para nadie es un secreto que estas son impuestas a voluntad de un puñado de padres de familia y directivos, y aunque se asegure que la educación es gratuita, la inscripción del niño o joven queda condicionada al pago de dicha cuota. Las denuncias han sido públicas.
Pero como la diputada Blanca Anzaldúa Nájera ya “pintó su raya”, en este tema, queda claro que será la mejor aliada de su gremio.
Ahora sí que como dice en el pueblo: si saben contar… pues no cuenten con ella.