SIN CORTAPISAS.
Por: Claudia Vázquez Andrade.
Cuidado con el dengue.
Las copiosas e intensas lluvias que dejaron las últimas dos tormentas tropicales a su paso por Tamaulipas, trajeron consigo algunas complicaciones para la sociedad civil, pero también para los gobiernos en sus tres órdenes.
Por lo pronto, cualquier cantidad de familias de diversas localidades del Estado tratan de arreglar los daños causados a sus viviendas, y otros de recuperar aparatos, enceres domésticos y hasta ropa o documentos que les daño la lluvia que inundó sus hogares.
Mientras que los gobiernos, enfrentan la reparación de algunos bordos de contención, atender a las familias afectadas en la medida de sus presupuestos, y claro, en los municipios solucionar los daños causados al alumbrado público, al sistema de drenaje, tanto pluvial como sanitario, así como los daños a semáforos y la infinidad de baches que destapó y otros que provocó.
Pero ahí no para la cosa, las lluvias también trajeron enfermedades gastrointestinales y obvio, la generación de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue.
Y en este caso, todo hace indicar qué la situación se ha complicado porque el número de enfermos se ha incrementado en los últimos días alcanzando poco menos de los 500 contagios.
claro que las autoridades ya tomaron medidas y empezaron con campañas de descacharrización, sin embargo, todo hace indicar que eso no es suficiente, y las estadísticas así lo demuestran.
De hecho, la Secretaria de Salud en la Entidad reconoció que el dengue tipo tres es el principal causante del repunte, representando ya un riesgo para la salud de todos.
Ante esto, está claro que vectores tendrá que salir a recorrer las calles de todo Tamaulipas para fumigar y llevar abate a los domicilios donde se requiera, como en los viejos tiempos, porque las medidas preventivas no eran suficientes.
Se ha dicho una y otra vez que la salud no tiene precio y es una prioridad de los gobiernos de la cuarta transformación, y si no se quiere regresar a las estadísticas de los principios del año dos mil, en donde hubo hasta víctimas mortales, se tendrá que ir más allá que reconocer un problema… invertir y atender será la solución.