SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
Le “echan montón” en el PAN.
Quien ya no siente lo duro, sino lo tupido, es el aún Presidente Nacional del Partido Acción Nacional, Marko Cortés, porque tras la derrota en las elecciones del pasado dos de junio, un grupo de panistas pide su renuncia inmediata.
El virtual senador, porque se adjudicó la primera posición plurinominal, es acusado por no pocos militantes de su partido, de haber llevado a la debacle al PAN, al grado, que, si bien es cierto, representa la segunda fuerza política nacional, también es cierto que su influencia de poder en las entidades es muy reducida.
Por lo pronto, los trabajos para el relevo ya empezaron y tres panistas levantaron la mano para suceder a Marko; son el senador Damián Cepeda, la ex diputada federal Adriana Dávila, y el coordinador parlamentario en San Lázaro, Jorge Romero.
Las propuestas para retomar la fuerza del blanquiazul son variadas, y estas van desde la apertura a la sociedad civil para la elección del presidente nacional; la construcción de un partido totalmente distinto al actual; el retorno a las raíces ideológicas del PAN, entre otras.
Así que, las horas están contadas para Marko Cortés al frente del partido azul, sin embargo, sus malquerientes están convencidos que se ira a disfrutar de las delicias del poder que significa estar en la cámara alta, y los “logros” que obtuvo al frente del partido.
Y eso es entendible, porque para nadie es un secreto, que los panistas de “hueso colorado” tienen la percepción de que Marko, les puso precio a las candidaturas, sobre todo a las plurinominales, y ejemplifican el caso del ex gobernador tamaulipeco, Francisco García Cabeza de Vaca que pretendió formar parte de la cámara baja. Pero en este caso, el “ganón”, fue el hijo predilecto de Xicoténcatl, Cesar Augusto Verástegui.
En fin, la reconformación de Acción Nacional está a la vuelta de la esquina, solo falta que le pongan día, hora y lugar, para que Marko Cortés sea echado de la dirigencia nacional, y con ello muy seguramente se vendrán en cascada los cambios en las entidades, y en Tamaulipas, se dice que ya están ansiosos también por sacar, no al “cachorro”, porque no tiene mayor trascendencia, sino al cabecismo que tiene y mantiene al panismo del Estado bajo su yugo.
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La máxima casa de estudios destaca que se busca seguir creciendo mediante la apertura de nuevas carreras e infraestructura en los distintos campus y fortalecer los proyectos estratégicos alineados al modelo humanista de la cuarta transformación.