SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
Cuando Dios da…
“Cuando Dios da, da a manos llenas”, reza un refrán popular, y parece que no se falta a la verdad, porque la prolongada lluvia que se ha registrado desde el pasado miércoles en casi todo Tamaulipas, es muestra de ello, porque no fueron pocos los ruegos del ciudadano común creyente que oró para que cayera la lluvia.
En la capital del Estado, la situación no fue distinta, el agua corrió a caudales por calles, drenes y obviamente el icónico río San Marcos, por donde se condujo el llamado vital liquido hasta las entrañas de la presa Vicente Guerrero.
Para nadie es un secreto que la Vicente Guerrero se encontraba en el nivel más bajo de su capacidad, y hoy se puede presumir que se encuentra casi al 20% de su capacidad.
Para fines prácticos comparativos, se puede decir que el agua acumulada en la presa, es la misma capacidad y muy seguramente se superará, a la captada en todas las presas del vecino Estado de Nuevo León.
Y claro que las expectativas de seguir aumentando el nivel de agua en la presa es grande, pues la lluvia no ha parado y los ríos que convergen a esta continúan a su máxima capacidad.
Así que habrá que esperar para conocer los números oficiales para saber exactamente para cuantos años alcanzará el agua que nos deje estas dos tormentas tropicales que impactaron a la entidad y particularmente a Victoria.
Así que ya terminó la famosa crisis hídrica, pero no por eso debemos confiarnos, de ahí que como ciudadanos comunes tenemos la obligación de continuar cuidando el agua, pero las autoridades también tienen que poner su parte.
Y esa es evitar al costo que sea, que el agua se siga desperdiciando en las cientos de fugas de la red hidráulica, porque de otro modo, seguirán tirando el 50% del agua que fluye por la red. Y eso es información oficial.
De poco o nada sirve pensar en una segunda línea del acueducto, si la primera es un cedazo, salvo que se piense en relevar la primera con la nueva.
Por lo pronto, el gerente de la Comapa pide dos millones de pesos para terminar con 600 fugas que asegura existen en toda la red urbana, mientras que el secretario de recursos hidráulicos, estima en mil millones de pesos la reconstrucción de toda la red.
Ahora sí que, pesos más o pesos menos, lo importante es poner manos a la obra e impedir que continúe el desperdicio de agua, porque de otro modo, solo será cosa de tiempo para volver a la crisis hídrica, y la red irá empeorando, y entonces no habrá lluvia que solucione el problema del agua.

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