Chabacano, ¡dulce y aterciopelado!
El chabacano tiene una historia rica en México. Se cultiva principalmente en regiones como Puebla, Zacatecas y Sonora, donde el clima y el suelo favorecen su crecimiento.
El árbol del mismo nombre es originario de Asia Menor. En Armenia se cultiva desde hace muchos siglos y por eso su nombre científico, armeniaca vulgaris, hace mención a esa nación.
Este fruto se consume en estado natural, en almíbar o en postres, como tartas y pasteles. En la industria se aprovecha principalmente para elaborar mermeladas y orejones, en estado deshidratado.
¡Rico y nutritivo!
Este pequeño tesoro no sólo es delicioso, sino que también aporta nutrientes esenciales para nuestra salud. El chabacano es rico en vitamina A, vitamina C, potasio y fibra.
Estos nutrientes ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud de la piel y regular la digestión, convirtiéndolo en un aliado perfecto para una dieta equilibrada.
¡Manos a la obra!
Ensalada de chabacano y queso de cabra
Para disfrutar al máximo del chabacano, te comparto una receta sencilla y deliciosa:
Ingredientes:
– 2 chabacanos maduros, cortados en gajos
– 100g de hojas verdes mixtas (espinacas, rúcula, lechuga)
– 50g de queso de cabra, desmenuzado
– 1/4 taza de nueces o almendras, tostadas
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– 1 cucharada de vinagre balsámico
– Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
1. En un tazón grande, mezcla las hojas verdes con los chabacanos, el queso de cabra y las nueces.
2. En un recipiente aparte, mezcla el aceite de oliva, el vinagre balsámico, la sal y la pimienta para hacer el aderezo.
3. Vierte el aderezo sobre la ensalada y mezcla suavemente para cubrir todos los ingredientes.
4. Sirve la ensalada en platos individuales y disfruta de esta explosión de sabores frescos y saludables.
Si chabacano tú quieres sembrar, estos consejos debes escuchar
Anatomía
Los chabacanos son más o menos esféricos, aterciopelados, amarillentos y a veces con una zona rojiza. Supulpa es amarilla y de sabor delicado. Se cultivan más de veinte variedades, en las que cambia tanto el sabor como el tamaño, la resistencia y la forma de cultivo.
Es un árbol muy rústico, es decir, no requiere nutrientes adicionales a los del lugar donde crece, ni de grandes cuidados especiales.
Condiciones
Es propio de climas templados, aunque resiste bien los fríos invernales. Se desarrolla bien en lugares aireados y soleados de mesetas y colinas. Es resistente a la sequía. Tiene una vegetación vigorosa y raíces penetrantes. Debido a que sus flores aparecen pronto en el año, puede sufrir por las heladas tardías.
En el verano necesita calor para que la fruta madure completamente. La mejor altitud para su cultivo es de doscientos a quinientos metros sobre el nivel del mar.
Producción
El chabacano crece y se produce mucho en tierras profundas. En malas tierras, como las laderas secas, los árboles se desarrollan menos pero los frutos son más perfumados. Se propaga principalmente por injerto. El momento de la cosecha se sabe porque el fruto cambia de color, de verde a amarillo.
El tono exacto entre el verde y el amarillo depende del cultivo. Los chabacanos deben cosecharse cuando aún están firmes, debido a que cuando se ablandan, son muy susceptibles a magullarse y a la pudrición subsecuente. Los frutos se venden frescos, disecados y enlatados.
Antes de terminar…
No podríamos disfrutar del chabacano sin el arduo trabajo y dedicación de las y los agricultores mexicanos.
Su labor en el campo nos brinda alimentos de calidad y sabor incomparable. ¡Gracias por cultivar estos tesoros que hacen más deliciosos nuestros días!