Guajolote, el pavo mexicano
Las fiestas decembrinas están a la vuelta de la esquina y sin duda alguna el guajolote – el pavo mexicano – no puede faltar en ellas.
La palabra guajolote proviene de la castellanización a partir del vocablo original del náhuatl que define al pavo “Huacholotl”, que significa “gran monstruo”.
El guajolote es rico en proteínas y minerales, como potasio, sodio, magnesio, calcio, hierro, zinc y vitaminas A y B.
En la actualidad su uso se ha extendido para la producción de embutidos como salchichas, chorizo y jamón.
La carne del guajolote tiene como componente principal el agua, alrededor de 75 por ciento de su composición, por lo que se considera un alimento con pocas calorías.
Además, contiene proteínas de alto valor biológico que aportan todos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita, también tiene poco contenido de grasa y de colesterol, lo que lo convierte en una de las mejores carnes magras del mercado.
El guajolote ha sido parte de la cocina mexicana desde hace mucho tiempo, es un ave presente en guisos diversos como tamales, moles y por supuesto en los festejos de fin de año.
Datos de producción
-Producción nacional 2022: 19 mil 506 toneladas.
-Se tuvo un incremento de alrededor de 6.5% respecto a 2021 y de 15.6% en comparación con 2019.
-Se produce en 18 entidades.
-Estados líderes en producción
- Yucatán – 4 mil 963 toneladas.
- Puebla – 2 mil 655 toneladas.
- Estado de México – 2 mil 199.
- Veracruz – mil 382 toneladas.
- Tabasco – mil 172 toneladas.
Sabías que… Los mexicas lo relacionaban con el dios Tezcatlipoca, así como con las deidades del sol y de la vida.
El guajolote ha contribuido al sustento alimentario y económico de miles de comunidades rurales.
En México, el 55% de la producción de esta carne se realiza en condiciones de traspatio o pequeña escala.