En primera fila; un mexicano, en Wimbledon

En primera fila; un mexicano, en Wimbledon

Miguel Ángel Bravo tenía el sueño de asistir a un Grand Slam desde que inició su relación con el tenis, pero jamás imaginó que lo haría desde el mejor lugar. Su experiencia como juez de línea comenzó hace siete años justo en el mejor escenario y en el que una vez más está de vuelta: Wimbledon.

Bravo fue el único umpire mexicano para la edición 2019 del torneo de tenis más emblemático y logró ser uno de los elegidos para mantenerse hasta el final. Entre los partidos destacados que le tocó en la cancha está el de segunda ronda entre Rafael Nadal y Nick Kyrgios.

Este es mi octavo Wimbledon, fue el primer Grand Slam en el que me aceptaron y tengo un sentimiento de apego a este torneo. Me encanta. Es sumamente elegante, las canchas están preciosas, especialmente el primer día porque más adelante el pasto va cediendo. Todo es especial y único”, expresa desde la considerada catedral del tenis mundial.

El juez mexicano revela que las estrictas reglas de vestimenta que marcan a Wimbledon se deben seguir en todo momento.

Los primeros días estuve en canchas principales, me tocó el partidazo de Nadal contra Kyrgios. Hay un nivel muy alto porque los mejores del mundo están aquí y esperan mucho de tí como árbitro. Hay technical umpires por cada cancha que te dan consejos y te ayudan a mejorar. Además hay un estándar de comportamiento fuera de la cancha. Te dan un traje y esperan que lo vistas elegantemente. Buscan o quieren que tengas presencia como juez, como árbitro dentro y fuera de las canchas”.

Al estar confirmado para trabajar en el próximo US Open, Miguel Bravo llegará a 25 Grand Slams en su carrera, por lo que guarda en su memoria grandes experiencias. Un duelo entre Roger Federer y Rafael Nadal, como el que se jugará hoy en la semifinal, es uno de los mejores recuerdos.

En algunos otros torneos me ha tocado el Federer contra Nadal que todo mundo quiere estar y la presión es distinta, se siente mucho porque sabes que estás en ojos de todo el mundo. He estado en cancha con Federer y otro jugador o Nadal y otro jugador, se disfruta mucho el partido pero hay que estar a tope concentrados. Cuando me he encontrado con estos dos jugadores en la misma cancha la presión sube. Todo el mundo, no sólo los árbitros, está a la expectativa al igual que en la tensión crece en las gradas. Es el partido que al día de hoy, todos los torneos quieren tener”.

Miguel Bravo se inició de una manera inesperada como juez.

Trabajaba como entrenador en el Casablanca y al staff nos metían como jueces en el torneo juvenil. Ahí empecé como juez de silla aunque no tenía conocimiento, ni técnica. Entonces decidí tomar cursos de arbitraje”, recuerda el mexicano, quien también estuvo en los Olímpicos de Londres 2012.

La función principal de un juez de línea es determinar si la bola botó dentro o fuera del límite reglamentado.

  • Cada juez es asignado a alguna de las 10 líneas que componen la cancha.
  • El que está en la línea de servicio cambia de lado, suele ser el más experimentado de todos; se encarga del cambio de bolas cada siete juegos, la primera vez, y luego cada nueve.
  • El juez de línea no sabe la cancha en la que estará hasta que inicia el día.
  • Normalmente todos los oficiales deben llegar al complejo un par de horas antes del primer encuentro.
  • Entre mayor sea la certificación del juez y más partidos sume, mayor posibilidad tendrás de participar en los mejores torneos.

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